¿Quién no ha leído nunca historias antes de irse a dormir? Algunas las recordamos
con cariño, otras nos inspiran algo de temor (aunque si las leyésemos ahora,
nos partiríamos de la risa), otras nos hacían sentir mayores, o aventureros, o
incluso genios!!
Personalmente, he leído muchas historias y algunas las recuerdo con
especial cariño, pero lo que sé, es que han sido muy importantes para mí. Leer es
una actividad perfecta para ayudar a un niño a aprender cómo pasar tiempo solo
y así conocerse a sí mismo, esto le hará madurar más rápido y ser más autónomo.
Por otra parte también ayudará en la toma de decisiones. El sistema educativo
actual no tiene este aspecto como importante ya que no es fácil ayudar a los
niños a tomar decisiones, aunque sean erróneas.
No querrás que tu hijo/a lo pase mal cuando tenga que decidir que estudiará
para dedicarse el resto de su vida, ¿verdad? Ese ha sido mi caso, leer me ha
ayudado a ser muy autónoma, desde pequeña, pero la toma de decisiones es más
difícil de adquirir. Este año tuve que elegir que estudiar y elegí mal, pero
creo que lo importante es que he sabido deshacer esa elección y volver a la
vocación, aunque haya perdido un año, he sido capaz de arriesgarme y tomar la
decisión de cambiarme de carrera, que no ha sido fácil.
En resumen, las historias llenan la vida de los niños de sueños y, sin que
ellos se den cuenta, los ayudan a progresar y a hacerse buenos adultos, con los
que sea más que placentero mantener una conversación.
Sin más os recomiendo algunas de las historias que recuerdo y que pueden
ser de mucha ayuda a los más pequeños.
Por si queréis saber más, estas imágenes os llevarán a interesantes artículos u otras opiniones en la red con sólo un clic:
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